¿Por qué registrar la marca desde ahora si todavía estás ajustando tu sistema?
Una marca no es un adorno, es tu armadura.
En el mundo de los negocios, la marca registrada es como la carrocería de un auto: no importa si el motor todavía está en afinación, la carrocería define lo que los demás ven, cómo te recuerdan, y lo que pueden (o no) copiarte. Esperar a “tener todo listo” internamente puede parecer prudente, pero en realidad pone en riesgo lo más visible de tu negocio: su identidad pública.
El registro no protege el sistema interno, protege la cara externa
Muchos negocios, sobre todo los que están desarrollando tecnología, plataformas o metodologías propias, piensan que primero deben terminar “el sistema” para luego registrar la marca. Pero esto es un error frecuente. La marca no protege tu software, ni tu algoritmo, ni tu backend; protege el nombre, logotipo y la expresión con la que te presentas al mundo.
En términos legales, lo que protege una marca registrada son los signos distintivos que permiten diferenciar tus servicios o productos de los de los demás en el mercado, de acuerdo con el artículo 173 y siguientes de la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial.
Si tu marca aún no está registrada, aún no es tuya
Así de simple. Aunque ya la estés usando en redes, en tu web o en materiales publicitarios, no tienes derechos exclusivos sobre ella mientras no esté formalmente registrada ante el IMPI. Y mientras más la uses sin protección, más crece el riesgo de que alguien más la registre antes que tú. La marca es como un terreno: usarlo no te da propiedad. Registrar, sí.
El proceso de registro es independiente al desarrollo interno
El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) no revisa tu software, ni tus procesos internos, ni tus planes estratégicos. Lo que examina es que tu nombre o logotipo no sea igual o similar en grado de confusión a otro ya registrado, en la misma clase de servicios o productosTesis160374Tesis162089.
Mientras tú perfeccionas tu sistema, nosotros podemos y debemos avanzar en el registro. El trámite no te compromete a lanzar nada aún, pero sí te reserva el derecho exclusivo de usar ese nombre en el mercado mexicano para cuando estés listo.
Ahora bien, si lo que desea proteger es el sistema interno de su negocio, la metodología, el software o los procesos que ha desarrollado, existen figuras legales distintas que sirven para eso: el registro de obra por derecho de autor, el secreto industrial o, si aplica, una patente. Para esas herramientas sí es necesario esperar a tener todo finalizado y afinado. Pero la marca no protege eso. La marca es el signo externo, el nombre y la imagen que representa al negocio. Es la parte visible con la que va a salir al mercado, y esa debe protegerse desde el principio, inclusive desde que se tiene la idea del negocio. Esperarse en este punto más tiempo, sólo abre la puerta a que otro se le adelante.
¿Qué pasa si esperas mucho?
Puede haber coincidencias o solicitudes de marcas similares que se te adelanten.
Pierdes la oportunidad de blindar la inversión que ya estás haciendo en branding y desarrollo.
Si alguien más registra una marca similar primero, tú tendrías que cambiar todo: nombre, dominio, identidad visual, materiales, etc.
Conclusión: proteger la marca es proteger el futuro
En bucle® lo entendemos bien: construir un negocio es un proceso, y cada parte requiere su momento. Pero registrar la marca es parte del blindaje inicial. No se trata de tener todo listo por dentro, sino de empezar a construir hacia afuera con seguridad legal.
Por Mónica L. Rayas
Mtra. en Derecho Comercial y de la Empresa
Más de 10 años registrando marcas en IMPI
Consultora Estratégica de Negocios
y Propiedad Intelectual en bucle®
Psicoanalista individual y de grupos